Rutas por el Arte Contemporáneo. Visita guiada 22 de mayo.
Fecha y hora
RUTA A ¿QUÉ ES EL ARTE?
Acerca de este evento
¿QUÉ ES EL ARTE?
¿Cómo sé que algo es arte? ¿Qué forma adopta el arte? ¿Cuál es la función del arte contemporáneo? El fin del arte
En 1917 el atrevimiento de M. Duchamp (1887-1968) al presentar bajo el pseudónimo de R. Mutt su urinario (La fuente) a la exposición de la Sociedad de Artistas Independientes en Nueva York, obligó a los expertos a hacerse todo tipo de preguntas, de carácter casi filosófico. Entran en juego la ontología (¿Es esto arte?), la epistemología (¿Cómo sabemos que es arte?) y se cuestiona la institucionalidad (¿Quién dice que esto es arte?).
Con Duchamp se abrió la puerta artística al todo vale: la idea y la elección cobraron importancia por encima de la manufactura de la obra de arte. Haber sido creada desde cero no le añadía más valor a una obra de arte contemporáneo; por el contrario, apropiarse de un objeto que tenía un uso concreto (o del trabajo de otro artista) le aportaba un nuevo significado, lo revalorizaba.
Para Arthur C. Danto (1924-2013), reputado crítico y teórico de la filosofía del arte norteamericano, una obra de arte se define siempre por dos criterios esenciales: el significado y la materialización, y a estos les suma un tercer criterio, el de la interpretación que cada espectador aporta a esa obra.
Entre Duchamp y Danto existe todo un amplio espectro de interpretaciones y/o propuestas en torno a la definición del arte pero, ¿qué ocurre cuando todos los recursos plásticos a los que podemos acudir para definir una obra de arte clásica se esfuman en el soporte (si es que existe)? En tal caso...¿Dónde reside el arte?
No trataremos de dar una respuesta a modo de máxima, más bien vamos a recorrer todo un universo de posibles respuestas -que a su vez no dejan de ser preguntas- a través de las siguientes obras que, al menos, comparten una de las características más formidables del arte...la capacidad comunicativa/expresiva...conviene recordar que hoy día -y siempre- el arte permite expresar ideas, emociones, percepciones y sensaciones acudiendo a un sinfín de recursos, no solo plásticos, lingüísticos o sonoros, debemos incluir, entre otros, la ciencia y la tecnología.
Aunque pueda sorprender, esto no es nuevo, ya en 1428 el joven florentino Masaccio recurrió a la ciencia en su Trinidad para cambiarlo todo. Por primera vez, gracias a la perspectiva lineal, se hizo posible realizar científicamente la representación del espacio tridimensional sobre una superficie de dos dimensiones. Qué duda cabe que la perspectiva fue el elemento esencial que revolucionó la pintura, la escultura y la arquitectura desde el siglo XV, dando pie al fenómeno que se llamó el Renacimiento. Al fin y al cabo, la virtual frontera entre el arte y la ciencia no deja de ser una ilusión, un trampantojo.