Los sueños de Grazia Deledda y su amor juvenil por Gabriele, un fantasma que la persigue hasta las puertas del matrimonio con otro hombre, son el origen de esta novela exquisitamente autobiográfica y profundamente introspectiva, escrita en 1931.
Detrás del nombre de Gabriele se esconde una figura real, la de Stanis Manca, un brillante periodista del que la escritora se enamoró con toda la ingenuidad y el entusiasmo de su juventud. Fue un amor epistolar, pero Stanis Manca no parecía muy sensible a las románticas cartas de Deledda, hasta tal punto que, al cabo de un par de años, la correspondencia se interrumpió.
A este extraño y tormentoso amor se refiere la autora en esta novela. Cuando la escritora, ya Nobel, en la cima de la fama, siente que su vida declina, se dispone a contar su juventud, en la metáfora de esta novela, tal vez con la secreta intención de aclarar y precisar aquella extravagante pasión juvenil, por miedo a que sus cartas, pasadas a manos de desconocidos, pudieran algún día ser malinterpretadas y ensombrecer su imagen de mujer y escritora.
Excepcionalmente desprovista de las descripciones paisajísticas presentes en sus otras novelas, Il Paese del Vento está impregnada de un intenso lirismo. El protagonista es el viento, metáfora de un destino que agita y trastorna las pasiones humanas, dejando profundas heridas a su paso.