Fue la primera mujer española en obtener el título de piloto de aviación en octubre de 1928.

Nació en Madrid el 26 de marzo de 1898, siendo la quinta hija de los marqueses de los Altares, Rafael Bernaldo de Quirós y Mier y María de la Consolación Bustillo y Mendoza ambos de ascendencia asturiana.

En octubre de 1928 consigue después de superar el curso, con gran pericia en boca de sus instructores y compañeros, su licencia de piloto con lo que se convierte en la primera mujer en España en conseguir su título de piloto.

El día de su suelta, debido a la expectación creada fueron varios los medios de comunicación de la época y la revista Estampa quienes le hicieron una entrevista en la que María hizo célebre su frase: que se vayan acostumbrando, que las mujeres servimos para algo más que para bordar.

Participó en numerosas exhibiciones en toda España, aterrizando incluso en el aeródromo de Lasarte donde ningún hombre lo había hecho antes, participo en los actos de bienvenida del Infante Don Jaime de Borbón sobrevolando su coche y lanzándole flores, en las fiestas de Tineo en Asturias donde fue recibida y agasajada.

En marzo de 1929 más de un centenar de aviadores civiles y militares, miembros del Real Aero Club firmaron una petición dirigida al general Kindelán, jefe superior de la Aeronáutica para que concediese a María el título y la insignia de piloto militar honorífico al igual que el resto de sus compañeros varones a lo que el general se negó simplemente por el hecho de ser mujer.

Murió en Madrid, en su casa de la calle Hermosilla, 46 sola, a la edad de 85 años el 26 de septiembre de 1983.