Observación de la lluvia de estrellas Perseidas

Las estrellas fugaces no son estrellas en realidad, ni mucho menos; son agregados de materia desde fracciones de milímetro a metros que penetran en la atmósfera terrestre.

¡Pues vaya, no es para tanto!

Pongamos números a la velocidad (recordad el viejo chiste de "no nos dan miedo las balas, sino la velocidad a la que vienen"). Nuestro planeta, la Tierra, recorre su órbita a una velocidad típica de 30km/s. O lo que es lo mismo, recorre la distancia entre El Espinar y Segovia en un segundo. Esta velocidad de decenas de km por segundo podemos considerarla típica de otros objetos del Sistema Solar, entre ellos los cometas y los restos desprendidos de ellos en sus pasos cerca del Sol. Hay dos casos extremos: 1. Que nos lleguen en el mismo sentido que la Tierra se mueve. En este caso, la velocidad relativa será baja, y veremos que su estela va lenta. O 2. Que llegan en sentido contrario al de nuestro movimiento. Aquí las velocidades se suman y vemos estelas rápidas.

El mismo calor que nos llega a nosotros del Sol hace que el material de los cometas se vaporice y estos desarrollen colas de material, que abandonan al cometa pero siguen bastante fielmente la trayectoria que llevaban.

La Tierra, en su revolución anual al Sol, atraviesa estos escombros estelares (en esta fase los llamamos meteoroides) y algunos de ellos se queman al roce con la atmósfera. El brillo que vemos es su incineración, y en ese momento les cambiamos el nombre y les decimos meteoros. A los más brillantes también los denominamos bólidos. Y si la atmósfera no consigue reducirlos a cenizas y llegan a la superficie terrestre, entonces volvemos a cambiarlos el nombre y los llamamos meteoritos.

El cometa del que proceden los meteoroides que se ven en las Perseidas proceden del cometa 109P/Swift-Tuttle. Se descubrió en 1862.

Su periodo de traslación alrededor del Sol es de algo más de 133 años y su último paso cercano a la Tierra se produjo en 1992. Ahora mismo, el cometa se sigue alejando del Sol, alcanzando su máxima separación en 2068. ¿Queréis ver dónde está ahora? Pues gracias al Jet Propulsion Laboratory, de la NASA, lo vemos:

En el siguiente enlace podéis jugar un poco con la simulación de su trayectoria: JPL, NASA

Por cierto, ¿os habéis fijado como está el cometa de inclinado en relación al plano de giro de la Tierra? Miradlo bien en la imagen.

Por terminar, unos pequeños detalles.

Las Perseidas se pueden ver desde mediados de julio hasta finales de agosto (más de un mes; como la Tierra se mueve a unos 30km/s y en un mes hay __________ segundos - haced el cálculo vosotro/as-, ¿cómo de ancha es la escombrera de los restos del cometa?), pero el máximo se produce entre el 11 y el 13 de agosto de cada año.

Este año no es la mejor ocasión para ver la lluvia de estrellas, ya que tenemos Luna llena, lo que significa que el cielo estará muy iluminado y solo veremos los meteoros o bólidos más brillantes. En condiciones óptimas (en un lugar muy oscuro, y sin que brille la Luna), podríamos ser capaces de ver unos 100 meteoros a la hora, o casi dos por minuto. Pero este año no va a ser el caso.

¡Que se me olvida comentarlo! Se llaman Perseidas porque estos meteoros parecen provenir de la constelación de Perseo, pero pueden aparecer en cualquier parte del cielo.

Y una cosilla que estos días me ha hecho gracia: Circula un meme por ahí que pone: "Dicen las estrellas que los fugaces somos nosotro/as". ¿Qué os parece?

Por último, consejos para la actividad:

1. Traeros ropa de abrigo. Quizás este año no haga mucha falta, pero "más vale un por si acaso que cien penseques".

2. La mejor forma de observar la lluvia de estrellas es tumbado. Traeros una tumbona, silla, manta, esterilla, etc., para que veáis el mayor trozo de cielo posible, y que el cuello no os duela.

3. Si vais a traer alguna linterna, haced el favor de ponerla por delante un papel celofán rojo. Cuando los ojos se adaptan a ver en la oscuridad ven muy bien en la oscuridad, os lo garantizamos. Pero un fogonazo de luz blanca hace que nos deslumbremos y debamos volver a adaptarnos, y es muy molesto, esto también os lo garantizamos.

4. La experiencia nos dice que niño/as muy pequeño/as SE ABURREN mirando el cielo, esperando ver las estrellas fugaces. ¡Valorad este extremo en vuestro caso!

5. No garantizamos directa ni indirectamente que se cumplan los deseos que pidáis cuando veáis una estrella fugaz ;-)))

6. A disfrutar del cielo, y a pasar un ratito agradable.

¡Nos vemos!