Por eso, el grafismo y los tipos que vemos en sus rótulos y cartelería, dieron una impronta propia a esos barrios y calles. Que nos recuerda aquella zapatería donde tu madre te compraba los zapatos, el ultramarino donde te fiaban o la joyería donde tu padre te llevó a hacerte los agujeros para los pendientes.

Un patrimonio gráfico que va desapareciendo y que guarda nuestra memoria colectiva, cuyos recuerdos también hicieron ciudad.

(*) El lugar de encuentro se informa una vez se esté inscrito y confirmado por medio del correo electrónico.

(*) El uso correcto de la mascarilla es requisito obligatorio para participar en esta actividad.