Después de casi una año por motivos de la situación vivida por el Covid-19, Quinta del Sordo reabre su programación de exposiciones de la mano de Victoria Peragón, artista formada en pintura, dibujo y grabado.

Presenta una serie de dibujos y piezas en madera realizadas a lo largo de casi una década. En esta exposición se pone en valor la cotidianidad del entorno de la propia artista creando un hilo conductor casi de manera espontánea entre las piezas expuestas.

La materia orgánica es no sólo un soporte si no que se muestra como la obra en sí misma.

VICTORIA PERAGÓN

Artista formada en pintura, dibujo y grabado, ha colaborado con diversas revistas ilustrando artículos de cultura y actualidad. Dentro de ese ámbito realizó las ilustraciones de varios cuentos infantiles para la Editorial Montena-Mondadori.

Es cofundadora de Isla de Yula, grupo con el que realiza una serie de trabajos utilizando la técnica del batik, no solo como técnica de estampación textil sino como procedimiento plástico, que desemboca en un conjunto de exposiciones en diferentes espacios y galerías.

A partir de ese momento empieza su andadura por el mundo del diseño, aplicando la estampación textil al objeto y creando piezas integrales de mobiliario al tiempo que colabora con otros artistas haciendo trabajos de arquitectura efímera, escenografía y decoración aplicando todo esa experiencia en la investigación sobre nuevos procedimientos, técnicas y usos dentro de la creación plástica.

Su universo pictórico consiste en una fusión de toda esta experiencia creativa en la que mezcla todas las técnicas y herramientas con las que trabaja habitualmente, creando una obra fundamentalmente figurativa, en la que la síntesis entre ironía y melancolía se convierten en distintivo de su trabajo.

TEXTO DE LA EXPOSICIÓN

Dicen los diccionarios que orgánico tiene entre sus acepciones la de ser algo en disposición o aptitud para vivir. También de algo constituido por partes que le dan una coherencia. De forma coloquial, en catalán, se usa como sinónimo de natural, armónico.

El trabajo de Victoria Peragón muta, crea y deviene como un ser orgánico. Las referencias a semillas, brotes y plantas impregnan objetos inertes que son intervenidos por la artista.

Maderas cuyas vetas y nudos esconden paisajes desvelados por medio de la plástica. Algo primitivo y mágico se esconde en esa forma de creación que se repite a lo largo de los años ya sea con maderas, papeles encerados, tablas o restos de periódicos, elementos de su mundo cotidiano transformados en piezas tridimensionales o dibujos. La exposición de Victoria

Peragón nos plantea una perspectiva continuista de la naturaleza, de los elementos que nos rodean donde los materiales reconvertidos dejan de ser simples soportes para convertirse en la obra en sí, dando cabida a lo grande y lo diminuto, lo íntimo y lo más universal.