Leica Gallery Madrid exhibe hasta el próximo 24 de mayo, “Los Mexicanos” de Bernardo Aja.
Bernardo Aja ha recorrido el país buscando las características específicas que definen la rica variedad de la fiesta brava en México, especialmente en ciudades conocidas por su arquitectura barroca de origen español o su casco antiguo de época colonial. No obstante, a pesar de la influencia española, la tauromaquia ha ido adquiriendo características propias. Los toros en México se viven de otro modo.
¿Qué busca el fotógrafo frente al toro? Desvelar el carácter psicológico de su retratado. Lo mismo que busca el torero frente al toro: desvelar el carácter psicológico del animal para poder anticipar sus reacciones, sus manías, sus filias o fobias… En ello le va la vida.
En cuanto a los matadores, en esta serie de fotografías no aparecen «las figuras del toreo». Aquí vemos a toreros modestos que muy probablemente nunca lleguen a vestirse de luces en lujosos hoteles; toreros que nunca pisarán moqueta; toreros que se juegan la vida en plazas fascinantes como la Petatera, levantada por el pueblo siguiendo antiquísimas técnicas provenientes de ancestrales arquitecturas indígenas. ¿Representa este tipo de construcción un anacronismo en pleno siglo XXI? Seguramente.
Las fotografías de Bernardo Aja son testimonio de unos ritos y costumbres que vienen de lejos. A día de hoy, la ancestral ceremonia táurica sigue siendo un hecho socio-cultural de innegable arraigo en las tradiciones de nuestros respectivos pueblos, fundamentalmente porque a través del toreo logran expresar rasgos profundos de sus modos de ser.
Parte de las fotografías de esta exposición han sido realizadas con una cámara Leica M6
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